Si se realizará un resumen rápido entre la diferencia de consultoría y asesoría para las empresas, podemos decir que la asesoría se utiliza para temas permanentes a largo plazo, trabajando al lado de las empresas o negocios como apoyo durante un periodo de tiempo, mientras que la consultoría está más indicada para temas puntuales y específicos.

Estos términos se utilizan repetidamente como sinónimos para describir servicios subcontratados usados por las compañías para resolver problemas o mejorar el rendimiento.

Cuando se emprende, el consultor estará abocado a la raíz del problema, busca una solución del problema y el asesor estará el día a día en la empresa, ayudará en la organización o dará las herramientas necesarias para lograr el crecimiento o beneficio económico.

El asesor estará más involucrado con la empresa o negocio, es por eso que su duración es mayor.

Muchas empresas se preguntar por qué contratar a un consultor de negocios, y la explicación pudiese ser:

Un consultor puede ver los problemas o fallas que el dueño del negocio no ha visto

Un consultor puede implementar muchas cosas y llevar a cabo otras que quizás el personal o el dueño de la empresa no están en capacidad de hacerlo y el consultor debido a su experiencia si puede hacerlo.

El consultor propone ideas nuevas, dirige al empresario y puede ayudar a mejorar las operaciones, también pueden mejorar la publicidad y marketing.

Ahora el asesor tendrá el balance para saber en todo momento cual es la situación de la empresa asegurando que el cumplimiento con la legalidad vigente.

De este modo se evitarían sorpresas al final de cada trimestre, ya que también ofrecerá previsiones de negocio que permitan conocer el estado actual y futuro de tu negocio.

Entender el valor que cada uno tiene es de suma importancia para saber el momento que pueden ser de gran ayuda para cualquier emprendedor, negocio o empresas ya constituidas.